Niños y niñas que trabajan en el vertedero de la Phnom Penh, la capital de Camboya
Armados con un gancho para separar y rebuscar entre los desechos, su jornada empieza a las 6 de la mañana y no finaliza hasta el anochecer. Latas, plásticos, chatarra, cartones... cualquier cosa que pueda ser luego revendida por unos pocos riels (moneda camboyana), es separado del resto de desperdicios, incluidos desechos hospitalarios, que hacen más insalubre y peligrosa, si cabe, esta labor.
Con la campaña que hicimos con la Fundación Intervida pudimos recaudar dinero para la compra de material sanitario, guantes, calzado... entre otros.
Vídeo que realicé para recaudar fondos